La importancia del dedo está en
señalar la luna
Como
humanos hemos vuelto a perder el norte, nos hemos vuelto contra la pared de la Caverna
de Platón y preferimos consolarnos con las sombras de lo real, involucionamos.
Pero algunos tenemos esperanza de que reflexionemos y dejemos de desperdiciar
nuestras vidas y las de los demás.
“Cuando el sabio señala la luna el necio se queda viendo el dedo”,
es un proverbio atribuido a Buddha que
nos lleva a reflexionar sobre situaciones cotidianas en las que damos más
importancia a las trivialidades que a lo esencial. Los seres humanos hemos
olvidado que la realidad es una sola y que por ende no es fácil de entender
para nuestro cerebro, por lo que hemos tenido que inventar sistemas y
herramientas para entenderla, pero son solo eso, herramientas para nuestro
entendimiento.
Es así como tuvimos que
inventar formas de transmitir los conocimientos que durante los siglos hemos
acumulado como humanidad, pero lamentablemente olvidamos la mayor de las veces
que lo importante no es acumular información; pues esta está en los libros y en
internet, y si es vital saber usar el conocimiento para resolver problemas
reales y hacer del mundo un lugar mejor cada día. En cambio hemos terminado
convencidos que lo que importa es que un niño obtenga notas altas aunque las
formas en que las consiga no sean como producto de su aprendizaje. Es muy
desafortunado ver niños y adolescentes con evidente inteligencia y capacidades
excepcionales que no consiguen altas notas en la escuela, y la institución en
lugar de preguntarse por la forma en que enseña, se centra en la nota baja del
estudiante y limita todas sus oportunidades para encontrar su potencial.
Reconociendo que gran
parte de las personas que han cambiado al mundo han sido académicamente
formados con excelentes resultados, también es digno reconocer que otra parte
importante han sido personas que no han tenido mayor formación académica formal
y aun así han producido conocimiento y soluciones que no se le ocurrieron a los
que están llamados a darlas por haber sido formados para ello. Es así como en el
siglo XIX, el señor James Murray fue quien dio inicio a la compilación de palabras
que hoy forman el Oxford English
Dictionary sin tener más de 5 años de formación académica, pero con
conocimientos profundos en más de 10 idiomas, otra cantidad de dialectos e
incluso leguas muertas. El señor Steve Jobs se retiró de la universidad
en el primer semestre, y aun así es el
padre del ordenador personal y fundador de Apple Computer; tal vez una de las
empresas más innovadoras del planeta.
Más cerca de nosotros podemos
encontrar al señor Estanislao Zuleta; quien estando en el grado 9º decidió
abandonar el colegio y dedicarse a formarse por su cuenta en filosofía,
historia, literatura, teoría del arte, ciencias sociales, estudió a Sócrates y
a Platón, a grandes filósofos más y múltiples escritores de la literatura
mundial, fue profesor de universidades colombianas, y entre otras cosas dejó
excelentes escritos que son necesarios para en la academia formal.
Reflexionando, es
necesario concluir que la academia no es la dueña total de la pedagogía, que
hay personas que no se adaptan a la forma en que enseñamos normalmente, es
decir, seguir adorando a la pedagogía por encima del objetivo que debería
cumplir y para el que fue inventada, es tan tonto que deja por fuera a
verdaderos genios que tal vez nunca brillen y aporten al mundo solo porque
creemos que lo importante es el título, las notas y la adaptación. Deberíamos
reflexionar, pues actualmente los más grandes delincuentes son personas que han
pasado por grandes universidades y siendo así no han dado mayores aportes a la humanidad,
aunque si se han dedicado a generar guerras, a asesinar, a robar a sus países,
a violar niños y a destruir el planeta con su ambición. ¿Será entonces que la
solución es la academia? o ¿La academia es solo una herramienta que se debería
adaptar a las necesidades de los humanos? ¿Es justo que a un niño se le retire
de un establecimiento educativo solo porque no se adapta a la pedagogía de la
institución? o ¿Es el colegio quien se debe revisar en su pedagogía?