¡Pasión por la vida!, al transformar emociones que inspiren innovación humana.

martes, 21 de abril de 2020

Metamorfosis en tiempo de Coronavirus


Metamorfosis en tiempo de Coronavirus



Tomando una frase de Albert Einstein; muy apropiada para estos días de confinamiento: “En medio de la dificultad se esconde la oportunidad”, nace la inquietud de sí estamos  preparados para esta nueva etapa en la vida y qué oportunidades encontramos en esto aquí y ahora.

Es fundamental comprender que no se trata  solo de sobrevivir en el momento, se trata de  prosperar y salir adelante ante a la incertidumbre, enfrentar el miedo que todo esto nos produce, prepararnos para los cambios; y no solo desde lo económico y lo sanitario, también debemos prepararnos para darle valor a nuestros sueños, a lo espiritual, generar  principios y valores, valorar el ser y todo lo que nos da tranquilidad y contribuye a la felicidad propia y de los demás, incluyendo al entorno.

Siempre hemos sabido que, tanto la toma de decisiones como los cambios en nuestras vidas, son situaciones que alteran nuestra dinámica rutinaria, y ahora es necesario estar preparados para  todos los cambios que llegan, entender que no todo esto es tan malo, y  razonar sí estamos aprovechando todo lo que tenemos como se debiera. Y ahora; ¿estás preparado para el cambio?

Alejandro Vélez Giraldo, Trabajador social de Habitus

domingo, 19 de abril de 2020

¿Incertidumbre o aprendizaje?


¿Incertidumbre o aprendizaje?


A pesar de que la actual situación con el Covid-19 es global y que a muchos los ha llevado a no tener cómo suplir sus necesidades básicas, comprender que todo puede cambiar con cambiar nuestro marco mental es vital para sacarle un aprendizaje a la crisis. Ver esto como algo cargado de incertidumbre nos lleva a la angustia, la desesperanza y a alarga la situación, pero verlo como una oportunidad de aprendizaje nos llevará a mejorar la forma en que nos relacionamos, el modelo económico que impera y a transformar los valores que nos rigen.


La situación que nos tocó vivir a raíz del Covid-19 ha sacado de nosotros como individuos y como sociedad lo mejor y lo peor, lo cual lo podríamos explicar al reconocer que somos más emocionales que racionales, ya que normalmente; y así creamos lo contrario, nuestras decisiones están influenciadas en gran parte por las emociones, y mucho más al presentarse una situación de crisis este porcentaje aumenta notoriamente, al nivel que nuestras decisiones se ven teñidas por las emociones mucho más básicas.


Resulta que una crisis como la que actualmente experimentamos; donde hemos tenido que entrar en cuarentena obligatoria, cambiar la forma de relacionarnos con los demás, donde la economía se está repensando so pena de aumentar drásticamente la pobreza a nivel mundial al perder empleos y cerrar empresas, surge una enorme incertidumbre no solo por nuestro futuro sino por nuestro presente. La mayoría de nosotros hemos aprendido en la vida a reaccionar a la incertidumbre con las emociones, pues pocos son los que se han dado a la tarea de educar sus emociones y ante una crisis reducir la incertidumbre aplicando la razón; que en realidad es la manera más eficiente de enfrentar una situación como esta. Esto será más fácil para aquellos que ya han venido reaccionando así en el transcurso de su vida, y será complejo para aquellos que se han dejado llevar por sus emociones al manejar lo que se les presenta, pero en ambos casos será lo más adecuado permitirnos pensar muy bien lo que vamos a hacer y cómo reiniciaremos nuestras vidas de la menara más conveniente posible, es obvio que será más provechoso buscar información válida y actuar en consecuencia que llenarnos de emociones negativas y catastróficas.


A los líderes y a los gobiernos les corresponde entonces promover el comportamiento prosocial en sus empresas, comunidades y países, buscando así el bienestar común y una sociedad saludable.


Lo primero que podemos hacer para darle campo a la razón en esta crisis mundial es comprender que es un oportunidad para aprender lo que es realmente importante en la vida, ver esto como un reto a superar con el aprendizaje, y no verlo como una maldición contra la que hay que resistir, pues es más inteligente aprender que resistir hasta que pase. Luego de la cuarentena y de superada la crisis seguir viviendo igual que antes es haber desperdiciado la oportunidad de transformarnos como sociedad. Esta situación vino a enseñarnos algo, no a medir nuestras fuerzas y capacidades. Que primordial es entender la importancia de creer en nuestras capacidades de renovación y observar lo que está pasando desde un marco metal de aprendizaje y adaptación, pues con ello fortaleceremos nuestros mecanismos autoreguladores para finalmente tener el mejor desempeño ante el reto que se nos presenta.


Lo segundo es comprender que de esta situación de crisis podremos sacar provecho solo y únicamente si la vemos como sociedad y no como individuos; como individuos actuaremos egoístamente para cubrir necesidades personales y creyendo que esto es cuestión de Ganar/Perder, pero como colectivo actuaremos solidariamente ayudando a los más necesitados, con reingeniería de la economía y con diferentes formas de relacionarnos, esta vez revisando los valores con los que hemos venido interactuando. A los líderes y a los gobiernos les corresponde entonces promover el comportamiento prosocial en sus empresas, comunidades y países, buscando así el bienestar común y una sociedad saludable.


… existen cosas más importantes que consumir, aparentar y sacar provecho de los menos favorecidos, pues finalmente estamos aprendiendo que lo único que importa es respirar y amarnos, en este momento sabemos que las marcas, los lujos y las apariencias no caben cuando de sobrevivir se trata.


Si analizamos más lentamente, de la crisis solo nos podrán sacar los comportamientos cooperadores que reduzcan las estrategias competitivas y aumenten la confianza en los demás, esto traerá beneficios extraordinarios a mediano y largo plazo, tales como: tener claridad que la calidad de gobernantes que elegimos repercute en la calidad de vida que tendremos, y a nivel más personal que existen cosas más importantes que consumir, aparentar y sacar provecho de los menos favorecidos, pues finalmente estamos aprendiendo que lo único que importa es respirar y amarnos, en este momento sabemos que las marcas, los lujos y las apariencias no caben cuando de sobrevivir se trata.

Iván Rendón Giraldo.
Psicólogo de Habitus