Un Estado irónico
La inteligencia humana es la
capacidad de adaptarse y aplicar la información que tiene para resolver
situaciones nuevas, esto implica entonces que nos adaptemos a situaciones sociales
no muy lógicas pero con las que podemos convivir. En cualquier caso algunos
consideramos que la ironía en la que se mueve la sociedad actual no debería ser
algo a lo que nos acostumbremos, pues la misma inteligencia que nos ayuda a
adaptarnos debería llevarnos a cuestionar lógicas ilógicas que algunos tratan
de imponer por el sólo hecho de que convienen a sus intereses; casi siempre
económicos.
Es frecuente ver
comerciales en la televisión que sorprenden por ser irracionales, tal como
aquellos que nos dicen que, aun sabiendo que comer de más o comer mal nos hará
daño, no nos debemos preocupar, pues para eso ellos nos pueden vender productos
que nos ayuden a sobrellevar dicho malestar, es decir, lo importante no es el
bienestar y la salud, lo importante es que ellos tienen un paliativo para que
nosotros sobrellevemos nuestra vida, no importa que con el tiempo podamos morir
por los excesos. Lo irónico es que los Estados han asumido esas formas de
pensar y llevan a sus pueblos a su propia decadencia con decisiones estultas.
Por hablar de cualquier
tema en este sentido, podemos analizar la situación de una mujer en Colombia
que haya sido violada y que resultado de ello esté embarazada. Aunque la ley
dice que ella puede hacer una interrupción voluntaria de su embarazo (IVE) a
través de un fallo de la Corte Constitucional de 2006, algunas clínicas o
profesionales de la salud se niegan a hacerlo argumentando cuestiones morales
personales. Dicho fallo dice que además de la anterior causal, una mujer
también puede acceder al IVE cuando su vida o su estabilidad emocional estén en
peligro, y cuando las condiciones del feto evidencien que no son compatibles
con la vida, pero sigue la ironía, pues cuando una mujer argumenta una de estas
causales, el Sistema de Salud de este país trunca todas las posibilidades para obtener las pruebas,
llenando a la persona de trámites y plazos irracionales si tenemos en cuenta
que se trata de un tema con caducidad, pero peor aún, además de todos los
obstáculos que deben superar estas mujeres, ahora una magistrada de la Corte
Constitucional; Cristina Pardo
Schlesinger, argumenta que después de las 24 semanas no le será posible a
una mujer acceder a la IVE, plazo que sería muy lógico si la magistrada,
primero se encargara de que todo el sistema de salud funcionara como debe. Es
decir, una mujer que tenga una causal válida para interrumpir su embarazo, es
posible que termine dando a luz al bebé o muerta por condiciones de su estado
de gravidez, a no ser que acuda a una clínica clandestina para hacerlo. Sigue
la ironía.
Podríamos seguir enunciando
ironías de entidades del gobierno, tales como que los estudiantes y profesores
universitarios tengan que protestar para que se les asigne más presupuesto,
como si fuera un favor, y esto pasa en el siglo 21, en el que sobradamente
sabemos que la única vía para el progreso es el conocimiento. Pero en vez de
recibir una luz en la oscuridad de aquellos que se supone nos deben iluminar
con su sabiduría, una senadora (Paloma
Valencia) nos suelta una idea notoriamente atropelladora, proponiendo que
los egresados de las universidades públicas entreguen el 20% de sus ingresos
para subsanar el déficit de la educación superior, como si los colombianos no
pagáramos los impuestos suficientes para ello. Pareciera que con ello la
senadora estuviera reconociendo la incapacidad del gobierno para administrar.
Si queremos seguir con
ironías, podemos hablar de la penalización de la dosis mínima de Sustancias
psicoactivas (SPA), mientras las EPS se hacen las difíciles para otorgar el
tratamiento en salud para los adictos, que también lo ordena la ley. Podemos
hablar de la negación de los padres de la patria para aprobar la adopción por
parte de parejas del mismo sexo a pesar de que argumentan que proteger la vida
es su prioridad, y argumentan que dos padres del mismo sexo afectarían el
desarrollo psicológico del niño y hasta su orientación sexual, argumentos
personales y morales que nos son científicos y que nada tendrían que ver con
una decisión que afectará el resto de la vida de un ser humano.
Así podríamos hablar de
un sinnúmero de ilógicas con las que nos hemos acostumbrado a vivir sin que nos
importe mucho, como la propuesta de cadena perpetua para los violadores de
niños, en vez de implementar leyes que eduquen a nuestra sociedad en equidad y
justicia, en trabajar para erradicar definitivamente la explotación sexual
comercial de los niños, las niñas y los adolescentes, lo cual permitimos y
sabemos que existe en todas las ciudades del país, sabemos en qué lugares se
practica y no actuamos.
En fin, el ideal sería
que estuviéramos gobernados y guiados por personas excepcionales, sabias y
equilibradas, pero en cambio lo estamos por personas comunes, con intereses
propios, corruptas, incapaces de administrar y con creencias morales y
religiosas propias que quieren imponer a todos en un país laico y democrático.
¿Qué falta para que
despertemos y exijamos a nuestros gobernantes y demás funcionarios públicos
conciencia, estudio, equilibrio, honestidad y sobre todo inteligencia para
gobernar?, que no lo hagan con sus emociones, con sus creencias y menos con sus
intereses particulares, pues somos nosotros los que ponemos el dinero para sus
sueldos y para los presupuestos que se roban descaradamente y siguen como si
nada.
Iván Rendón Giraldo, Psicólogo.