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martes, 1 de mayo de 2018

Aprendizaje colaborativo, información inagotable y el profesor como Mentor




Aprendizaje colaborativo, información inagotable y el profesor como Mentor

Ilustración: Danyela Ximena Tabares M, estudiante Universidad Tecnológica de Pereira (UTP)


Múltiples fuentes de información y un mundo en constante cambio, además de nuevas perspectivas de vida y un universo digital, llevan al profesor a transformarse en Mentor, con lo cual debe permitirse ser flexible, aprender junto a sus pupilos e inspirarlos a tomar posición frente al mundo.

Una de las funciones más elevadas y complejas de la mente humana se evidencia en su esfuerzo por entender lo que otra persona está pensando (o tramando), al igual que su capacidad para auto-observarse al actuar, pensar y sentir. Esta capacidad se desarrolla obviamente socializando y poniendo a prueba la mente en retos relacionados con el arte de interactuar con los demás.  

Parece ser que muchos de los responsables de la educación en el mundo han comprendido este aspecto de la mente humana, y empiezan a poner esto a favor de la formación de individuos más sociales y creativos. En la actualidad podemos ver que los países más avanzados en materia de educación (y en colegios privados de países como el nuestro), tienen métodos de enseñanza centrados en el individuo y en su forma de socializar. En esta clase de métodos se mezclan varios factores fundamentales que representan la transformación total de la mentalidad de profesor, ya que deja de ser el poseedor del conocimiento y el amo del salón de clase, ya no es la fuente suprema del saber o de los datos, pasa a ser un acompañante de sus estudiantes con funciones más de Mentor que de profesor experto. Para ello el profesor y los directivos deben necesariamente abandonar el miedo a perder el poder.

En esta clase de aprendizaje el estudiante debe ser incitado o motivado (aunque prefiero la palabra inspirado) a buscar información y asumir una posición crítica ante ella, luego compartirla con sus pares, discutirla, sintetizarla, transformarla y llegar a un consenso entre las diferentes posturas. Con ello logramos no solo invitar al estudiante a navegar por el océano de datos, información y conocimientos que desee, sino que además estamos procurando que perfeccione la maravillosa capacidad de su mente de intentar conocer otras mentes, refinando además habilidades sociales (empáticas y comunicativas) tan necesarias para la vida en sociedad.

Las nuevas miradas de la pedagogía y la educación se centran en el aprendizaje colaborativo, en las cuales las lógicas de poder se deben dislocar, y el profesor se permite ser retado por el ritmo de sus estudiantes, e incluso asume que no sabe todo y procede a unirse a la investigación y construye con ellos, siendo un facilitador y permitiendo que el alumno participe activamente. El profesor se permite ser parte de la transformación en el proceso. Todo este enfoque en la pedagogía implica lógicamente un objetivo estructurado, pero también un alto grado de flexibilidad ante lo que va surgiendo en el proceso. En el aprendizaje colaborativo el estudiante es el centro y, al tener la oportunidad de compartir con sus pares experiencias además de construir con ellos reflexiones, experimentos y propuestas sin importar si tienen o no las mismas capacidades o los mismos intereses, genera un ambiente amable de descubrimiento y aprendizaje sin límites.
Actualmente colegios y universidades recurren a varias formas y técnicas que permiten dicho aprendizaje colaborativo, entre las cuales podemos enunciar:

  • El aprendizaje basado en proyectos
  • Trabajo colaborativo
  • Paneles de expertos
  • Espacios de discusión
  • Estudios de caso
  • Foros
  • Conversatorios
  • Investigación
  • Cambio de roles
  • Laboratorios sociales
  • Demostraciones
  • Desarrollo de proyectos
  • Aprendizaje basado en problemas
  • Debates
  • Intervenciones comunitarias
  • Participación ciudadana
  • Participación activa en la sociedad a través de medios físicos y virtuales (radio, periódico, YouTube, Facebook, Whatsapp, animación, periodismo social, Blog, Páginas Web, entre otros).
 En estas nuevas formas de enseñar y aprender, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son más que una alternativa; son necesarias (Collins y Halverson, 2010), no solo porque facilitan la velocidad del aprendizaje, sino también porque implican la práctica del alumno en herramientas de trabajo que debe conocer para luego enfrentar el mundo productivo. Las TIC implican incluso algo más complejo en el paradigma de la educación, pues con ellas el profesor deja de ser la fuente única de información válida y relevante, y surgen múltiples fuentes que incluso contradicen la información oficial. Aquí el rol del profesor se complejiza, ya que esto evidencia que no es él el poseedor de la información o la verdad, sino que ésta se encuentra en el exterior y es casi inagotable, lo que por fuerza debe llevar a las instituciones a pensarse ya no como las poseedoras del conocimiento y sí enfatizar en ser las que enseñan a aprender; aprender haciendo, analizando, cuestionando y pensando de manera original, aprender a aprender para seguir aprendiendo durante toda la vida (LINDA CASTAÑEDA Y JORDI ADELL, Entornos personales de aprendizaje).

Una de las estrategias más innovadoras en la actualidad, y que hace una reingeniería total de la forma en que funcionan las universidades, aparece en España con una institución que ofrece maestrías en ingenierías. Los estudiantes escogen las materias y el tiempo en las quieren ver, el aprendizaje va al ritmo del estudiante, además la universidad es una fusión entre la academia y la empresa privada; que todo el tiempo está presente, con lo que el estudiante tiene acceso al mercado, desarrolla proyectos, los aplica y se vincula al mundo laboral y empresarial desde el primer día de clase. La universidad no tiene una infraestructura tradicional, funciona con bodegas, en las cuales hay mesas, pantallas, laboratorios, juegos de vídeos, computadores, libros físicos y digitales, pizarras, comida y bebida, y es impactante ver como los estudiantes (muy jóvenes la mayoría) se centran en su trabajo, usan todo lo que tienen a su alcance para ser más creativos y, algo más impresionante aún, socializan entre ellos sus avances en los proyectos, por lo que es muy común que en el camino se fusionen proyectos que coinciden en puntos de encuentro o que al hacer un híbrido se transforman en proyectos más ambiciosos, esta es una muestra del Aprendizaje basado en Proyectos, que es “la técnica didáctica que se orienta en el diseño y desarrollo de un proyecto de manera colaborativa por un grupo de alumnos, como una forma de lograr los objetivos de aprendizaje de una o más áreas disciplinares y además lograr el desarrollo de las competencias relacionadas con la administración de proyectos reales” (Glosario de Innovación Educativa del Observatorio). Con esto los estudiantes y el método de la universidad demuestran que el trabajo colaborativo y la comunicación sin barreras mejoran los resultados de cualquier proyecto, lo cual no es tan evidente en el modelo actual de los campus universitarios por las barreras físicas y en especial por las barreras ideológicas que existen.

Iván Rendón Giraldo, Psicólogo

1 comentario:

  1. Precisamos una re-evolución educativa, y la debemos forjar desde la práctica. Creo en la construcción de nuevos caminos, necesarios para el urgente cambio de piel de nuestra cultura.

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