Aprendizaje colaborativo, información inagotable y el profesor como Mentor
Ilustración: Danyela Ximena Tabares M, estudiante Universidad Tecnológica de Pereira (UTP)
Múltiples fuentes de
información y un mundo en constante cambio, además de nuevas perspectivas de
vida y un universo digital, llevan al profesor a transformarse en Mentor, con lo cual debe permitirse ser
flexible, aprender junto a sus pupilos e inspirarlos a tomar posición frente al
mundo.
Una de las funciones
más elevadas y complejas de la mente humana se evidencia en su esfuerzo por
entender lo que otra persona está pensando (o tramando), al igual que su
capacidad para auto-observarse al actuar, pensar y sentir. Esta capacidad se
desarrolla obviamente socializando y poniendo a prueba la mente en retos relacionados
con el arte de interactuar con los demás.
Parece ser que muchos
de los responsables de la educación en el mundo han comprendido este aspecto de
la mente humana, y empiezan a poner esto a favor de la formación de individuos
más sociales y creativos. En la actualidad podemos ver que los países más
avanzados en materia de educación (y en colegios privados de países como el
nuestro), tienen métodos de enseñanza centrados en el individuo y en su forma
de socializar. En esta clase de métodos se mezclan varios factores
fundamentales que representan la transformación total de la mentalidad de
profesor, ya que deja de ser el poseedor del conocimiento y el amo del salón de
clase, ya no es la fuente suprema del saber o de los datos, pasa a ser un
acompañante de sus estudiantes con funciones más de Mentor que de profesor experto. Para ello el profesor y los
directivos deben necesariamente abandonar el miedo a perder el poder.
En esta clase de
aprendizaje el estudiante debe ser incitado o motivado (aunque prefiero la
palabra inspirado) a buscar información y asumir una posición crítica ante
ella, luego compartirla con sus pares, discutirla, sintetizarla, transformarla
y llegar a un consenso entre las diferentes posturas. Con ello logramos no solo
invitar al estudiante a navegar por el océano de datos, información y
conocimientos que desee, sino que además estamos procurando que perfeccione la
maravillosa capacidad de su mente de intentar conocer otras mentes, refinando
además habilidades sociales (empáticas y comunicativas) tan necesarias para la
vida en sociedad.
Las nuevas miradas de
la pedagogía y la educación se centran en el aprendizaje colaborativo, en las
cuales las lógicas de poder se deben dislocar, y el profesor se permite ser
retado por el ritmo de sus estudiantes, e incluso asume que no sabe todo y
procede a unirse a la investigación y construye con ellos, siendo un
facilitador y permitiendo que el alumno participe activamente. El profesor se
permite ser parte de la transformación en el proceso. Todo este enfoque en la
pedagogía implica lógicamente un objetivo estructurado, pero también un alto
grado de flexibilidad ante lo que va surgiendo en el proceso. En el aprendizaje
colaborativo el estudiante es el centro y, al tener la oportunidad de compartir
con sus pares experiencias además de construir con ellos reflexiones, experimentos
y propuestas sin importar si tienen o no las mismas capacidades o los mismos
intereses, genera un ambiente amable de descubrimiento y aprendizaje sin
límites.
Actualmente colegios y
universidades recurren a varias formas y técnicas que permiten dicho
aprendizaje colaborativo, entre las cuales podemos enunciar:
- El
aprendizaje basado en proyectos
- Trabajo
colaborativo
- Paneles
de expertos
- Espacios
de discusión
- Estudios
de caso
- Foros
- Conversatorios
- Investigación
- Cambio
de roles
- Laboratorios
sociales
- Demostraciones
- Desarrollo
de proyectos
- Aprendizaje
basado en problemas
- Debates
- Intervenciones
comunitarias
- Participación
ciudadana
- Participación
activa en la sociedad a través de medios físicos y virtuales (radio,
periódico, YouTube, Facebook, Whatsapp, animación, periodismo social,
Blog, Páginas Web, entre otros).
En estas nuevas formas
de enseñar y aprender, las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) son más que una alternativa; son necesarias (Collins y Halverson, 2010),
no solo porque facilitan la velocidad del aprendizaje, sino también porque
implican la práctica del alumno en herramientas de trabajo que debe conocer
para luego enfrentar el mundo productivo. Las TIC implican incluso algo más
complejo en el paradigma de la educación, pues con ellas el profesor deja de
ser la fuente única de información válida y relevante, y surgen múltiples
fuentes que incluso contradicen la información oficial. Aquí el rol del
profesor se complejiza, ya que esto evidencia que no es él el poseedor de la
información o la verdad, sino que ésta se encuentra en el exterior y es casi
inagotable, lo que por fuerza debe llevar a las instituciones a pensarse ya no
como las poseedoras del conocimiento y sí enfatizar en ser las que enseñan a
aprender; aprender haciendo, analizando, cuestionando y pensando de manera
original, aprender a aprender para seguir aprendiendo durante toda la vida (LINDA
CASTAÑEDA Y JORDI ADELL, Entornos personales de aprendizaje).
Una de las estrategias
más innovadoras en la actualidad, y que hace una reingeniería total de la forma
en que funcionan las universidades, aparece en España con una institución que
ofrece maestrías en ingenierías. Los estudiantes escogen las materias y el
tiempo en las quieren ver, el aprendizaje va al ritmo del estudiante, además la
universidad es una fusión entre la academia y la empresa privada; que todo el
tiempo está presente, con lo que el estudiante tiene acceso al mercado,
desarrolla proyectos, los aplica y se vincula al mundo laboral y empresarial
desde el primer día de clase. La universidad no tiene una infraestructura
tradicional, funciona con bodegas, en las cuales hay mesas, pantallas,
laboratorios, juegos de vídeos, computadores, libros físicos y digitales,
pizarras, comida y bebida, y es impactante ver como los estudiantes (muy
jóvenes la mayoría) se centran en su trabajo, usan todo lo que tienen a su
alcance para ser más creativos y, algo más impresionante aún, socializan entre
ellos sus avances en los proyectos, por lo que es muy común que en el camino se
fusionen proyectos que coinciden en puntos de encuentro o que al hacer un
híbrido se transforman en proyectos más ambiciosos, esta es una muestra del Aprendizaje
basado en Proyectos, que es “la
técnica didáctica que se orienta en el diseño y desarrollo de un proyecto de
manera colaborativa por un grupo de alumnos, como una forma de lograr los
objetivos de aprendizaje de una o más áreas disciplinares y además lograr el
desarrollo de las competencias relacionadas con la administración de proyectos
reales” (Glosario de Innovación
Educativa del Observatorio). Con esto los estudiantes y el método de la
universidad demuestran que el trabajo colaborativo y la comunicación sin barreras
mejoran los resultados de cualquier proyecto, lo cual no es tan evidente en el
modelo actual de los campus universitarios por las barreras físicas y en
especial por las barreras ideológicas que existen.
Iván Rendón Giraldo, Psicólogo
Precisamos una re-evolución educativa, y la debemos forjar desde la práctica. Creo en la construcción de nuevos caminos, necesarios para el urgente cambio de piel de nuestra cultura.
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